IMÁGENES CON HISTORIA II – Spartathlon.
Giorgos Panos, Grecia
Por: Pablo Casal
En nuestra segunda entrega de “Imágenes con historia” del mítico Spartathlon griego, les presentamos al atleta griego Giorgos Panos, quien ha finalizado esta carrera en siete oportunidades, las ultimas seis de forma consecutiva. El griego Giorgos es muy conocido en el Spartathlon pero no sólo por ser uno de los atletas griegos con las finishers en la historia de la carrera, sino por el gran apoyo que recibe de su familia, quien lo asiste y ayuda en cada una de sus participaciones.
La familia Panos, como mencionábamos antes, es muy conocida en el ambiente del Spartathlon y por esa razón decidimos, en espiritulibre, contactar con el atleta griego y que nos cuente como es la experiencia de tener de apoyo a su familia.
A continuación compartimos el pequeño relato que nos ha enviado Giorgos.
El apoyo de mi familia en el Spartathlon
Conocí a mi esposa (María Flevotomou) justo después de terminar mi primera maratón en 2004. A ella también le gusta correr como hobby. Desde aquel momento estamos juntos, a veces también corremos juntos, nos casamos hace algunos años y ahora tenemos dos hijas, la primera tiene ocho años y la segunda tan solo diez meses.
En 2006 corrí mi primera carrera de 6 horas, acompañado del apoyo de María, ninguno de los dos tenía experiencia, ni sabía lo que le sucede a tu cuerpo cuando corres más allá de una maratón. Lo aprendimos de la peor manera, con dolor, debido a mis errores durante la carrera.
En 2007 corrí mi primera carrera de 100km y mis primeras 24 horas, ese fue el comienzo de algunas otras carreras de ultrafondo que llegaron en los años siguientes, todas ellas, las corrí con la ayuda y el apoyo de María. Nuestra experiencia crecía y cada vez prestábamos más atención a todos los detalles posibles en el día de la carrera. Hidratación, tácticas, vestimenta, masajes de piernas, etc, etc. Pero lo más importante para mí, era la inspiración mental.
Llegó el 2010 y ese año corrí el Spartathlon por primera vez. La verdad es que le tenía mucho miedo a esta carrera, pero por otro lado me sentía fuerte sabiendo que tendría a mi esposa apoyándome durante la carrera. Y por primera vez, acompañándonos durante toda la carrera, mi pequeña hija, en aquel entonces, de once meses. Fue la carrera de mi vida. Al día de hoy y después de tantos años, lo sigue siendo. Ese año 2010 mi motivación no era solamente mi ambición por terminar la carrera, explorar mis límites o la curiosidad y misterio que representaba la carrera. Mi motivación era poder completarla para que María estuviese orgullosa de mí y para tener una gran historia que contarle a mi hija cuando crezca. La sola presencia de mi hija durante la carrera fue como un chute de energía para mí, haciendo que fuera imposible abandonar frente a sus ojos. Quería ser el hombre más fuerte que haya visto en su vida y todavía así lo siento, lo mismo con mi segunda hija. No quiero que me vean abandonar en algo que es tan importante para mí. El Spartathlon ya no es solamente una carrera, es algo importante para mí.
Esta fue la primera vez que mi familia fue mi apoyo en el Spartathlon, más que un apoyo; un equipo. Mi equipo.
Desde ese momento, el apoyo que me brinda María durante la carrera ha alcanzado, para mí, un nivel profesional. Ella sabe lo que necesito en cada tramo de la carrera antes de que lo pida, también sabe lo que necesité más adelante y toma las medidas para que cuando llegue ese momento todo esté en orden. Ella puede verme venir desde muy lejos y ya darse cuenta de lo que me pasa en el cuerpo mirando mi postura o si estoy sintiendo dolor en algún sitio. Sabe lo que necesito con solo mirar el color de mi piel, tiene la precisión de tocarme exactamente en el punto justo para aliviar el dolor de piernas o cualquier parte del cuerpo. Durante el Spartathlon, en los checkpoints centrales, no deja que nadie me hable por más de algunos minutos para no desenfocarme de la carrera y en lo que me está diciendo. Me pregunta cosas como si he comido, bebido, ido al baño o cosas como números de teléfonos, hace todo esto para comprobar si mi cerebro sigue funcionando bien y a la vez controlando todo. Muchas veces ella está controlando mi ritmo y me aconseja sobre eso también, no soy el único que piensa durante la carrera. Por ejemplo, durante el Spartathlon del 2012, estaba con mucho sueño durante la noche y ella me dijo que no corriera solo en la oscuridad, que sería mejor correr junto a algún corredor griego si me sentía con sueño. Me dijo que sería mejor un corredor griego así no tendría que pensar, traducir y hablar inglés en ese estado. Un detalle pequeño pero muy importante.
A veces hay mucho más, María conoce todo sobre mí. Conoce mi vida normal, hacemos juntos mi presupuesto para las carreras, que es también, el presupuesto de mi familia. Conoce mis problemas en el trabajo, nuestros problemas comunes de familia, mis preocupaciones, como van mis entrenamientos. Sabe que algunas veces tengo que estar fuera de casa durante horas en mi día libre para poder entrenar y no puedo estar en casa jugando con las niñas, sabe lo que me anima, lo que me motiva, sabe exactamente qué hacer y qué decirme para darme fuerza y para que siga adelante.
En otras carreras de ultrafondo en Grecia y en el Spartathlon, nuestra imagen como pareja en muy reconocible, yo como corredor y ella como mi apoyo y mi ayuda. Pero ella no está sola.
Mi familia incluye a mis hijas y como lo dije anteriormente, su presencia física en mis carreras es un chute de fuerza mental que me da lo necesario para continuar. Mi hija mayor ha crecido en el Spartathlon, La primera vez era solamente un bebe, ahora tiene ocho años y conoce a muchos corredores de diferentes países, sabe lo difícil que esta carrera y su recorrido, los pueblos que los corredores tienen que atravesar y también conoce la historia del Spartathlon, de filipides y como motivarme. Ella ayuda a su mamá a preparar mi bebida isotónica o mi comida. Le gusta mucho la noche, porque allí es cuando puede usar su propio frontal. Para ella esto es una aventura en familia. Este último año ha tomado sus propias notas sobre mis tiempos de llegada a los CP principales. En mis últimos finishers ella vive, también, esa gran emoción que todos sienten al terminar la carrera. Como lo dije antes, hay algo más para mí que una carrera de ultrafondo, quiero que vea en su padre al hombre más fuerte que haya conocido en su vida, quiero que sepa que no hay que rendirse. Me pasa lo mismo con mi pequeña hija y eso es lo que motiva cuando corro. Y siento que estoy fuerte como para seguir corriendo, aun cuando eso signifique correr a través del infierno.
Quiero que ellas tengas recuerdo vivos, no solamente fotos del Spartathlon, que recuerden lo fuerte que somos como familia, como nos apoyamos los unos a los otros. Así que necesito correr muchos años más esta magnífica y dura carrera, porque es parte de mí y porque quiero que mi segunda hija también lo viva, esa es una gran motivación para mí.
Estoy seguro de que sin el apoyo de María y mi familia, poder terminar el Spartathlon hubiese sido simplemente un sueño inalcanzable.
-Giorgos Panos.
*Esperamos y deseamos que Giorgos y su familia sigan, por muchos años, disfrutando y viviendo el Spartathlon con tanta pasión, amor y entrega, como lo hacen en cada edición!
Imágenes: Galerías personales del atleta.
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